Asesoramos y defendemos tus derechos en procedimientos relacionados con separaciones judiciales, divorcios, parejas de hecho, medidas paternofiliales, modificaciones de medidas, ejecuciones por incumplimientos de sentencia, patria potestad, capitulaciones matrimoniales, liquidación de los regímenes económicos matrimoniales (sociedad de gananciales, comunicación foral, participación etc.), derechos de visita de familiares etc.
Cada procedimiento de familia es diferente porque involucra la realidad de distintas personas. Intentamos alcanzar acuerdos que eviten un procedimiento contencioso, minimizando el impacto psicológico y económico de quienes defendemos.
Dos de nuestras abogadas tienen Máster en Derecho de Familia, así como formación en mediación y acompañamiento de personas. Pertenecemos a la Asociación Española de Abogados de Familia (AEAFA).
Más allá de la asistencia letrada, impartimos charlas relativas al derecho de familia, a las nuevas leyes aprobadas, y últimamente vinculadas con materias como la custodia compartida, el falso síndrome de alienación parental, la inclusión de la perspectiva de la igualdad en el derecho, soluciones en la Justicia para la protección de las mujeres, de la infancia y de la adolescencia que enfrentan las violencias en la familia etc.
La violencia machista es, por el hecho de serlo, ejercida por los hombres y enfrentada por las mujeres. Es el resultado de la arquitectura del sistema patriarcal basado en la desigualdad en la que vivimos. Esta violencia irá atravesada por otras categorías de discriminación como la raza, etnia, edad, procedencia, lengua, orientación sexual, diversidad funcional, capacidades, recursos económicos etc.
Esta violencia se da en todos los espacios de la vida: en las relaciones de pareja, en la familia, en la comunidad, en el trabajo, en el deporte, en la calle, en las instituciones. Y tiene muchas caras: no sólo la física, sino la psicológica, la sexual, la económica, la obstétrica etc.
Tu experiencia se va a ver condicionada por todas estas realidades, por los niveles de democracia, de feminismo y de respeto a los derechos humanos de la sociedad en la que en tiempo y espacio te toque enfrentarla, por la calidad y solidez de las instituciones, por las y los profesionales que intervengamos en tu atención, protección y reparación, y sin duda, y concretamente por la normativa en vigor y por la mirada de quienes la interpretemos y apliquemos. De ahí la importancia de ir acompañada de abogadas con especialización en esta materia.